Ojo enamorado

Ojo enamorado
En tu mirada

viernes, 24 de septiembre de 2010

DE AMORES PERDIDOS

Presentimiento
Ernesto de la Fuente

Miró sin entender y entendió sin mirar. Su comprensión fue tan grande que, finalmente, entendió que no comprendía nada y que su vida era una barca abandonada a la deriva en medio de un poderoso huracán. Resignado, arrió las velas para no oponer resistencia a la fuerza del viento y, sin mediar palabra, abandonó la casa sin llevar nada más que la ropa que tenía encima. Ella siguió haciendo la cena pero, antes, levantó uno de los dos platos que había servido en la mesa. El perro la miró entendiendo todo.




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