MÉRIDA
EN 99 PALABRAS
Por
Ernesto de la Fuente
Resuenan insistentemente
las campanas. Egregios edificios coloniales
—algunos levantados con piedras de arrasados templos indígenas— se
yerguen con viril orgullo. Modernidad y antigüedad conviven en matrimonio
concertado: ¿Vives o visitas la ciudad? Días calurosos y noches frescas la
visten, y algunas lluvias —y uno que otro huracán— la ahogan. Los árboles se
esparcen rabiosamente luchando por sobrevivir en parques y avenidas, en tanto insectos
hematófagos enferman a desprevenidos viandantes. La plaza cae ante el embate
extranjero que adquiere viviendas e impone costumbres. Los naturales meditan
taciturnos: ¿Hemos prostituido nuestra herencia paterna? ¿Seremos finalmente
los que acabaremos siendo extranjeros? Dilema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario