TELEVISIÓN
Por Ernesto de la Fuente
-¡Papá
mi hermano no me deja ver la televisión! –Se quejó entre alaridos la niña.
-¡Papá mi hermana no me deja dormir por estar
viendo la tele! –Berreó el niño furioso.
El padre, sólo y
sin madre que concilie, dejó su enorme cansancio sobre la cama y se levantó a
ver cómo deshacer el escándalo.
Los gritos y
recriminaciones estaban en plenitud. Sin ganas de discutir, tomó el martillo y
despedazó a la causante de tanto grito. Sus hijos, asombrados, hicieron profundo
silencio.
-¡Santo remedio y todos a dormir!-Pontificó
sin nadie que lo contrariara.
Ahora los niños
lloran abrazados en silencio porque, por su estúpida discusión, jamás podrán
volver a ver televisión en su casa. Perdieron a su nana idiotizante.
En tanto, ahora el padre duerme muy tranquilo.
guau me gusto lo que son vastante largos
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