Ojo enamorado

Ojo enamorado
En tu mirada

viernes, 24 de septiembre de 2010

DE LOS EFLUVIOS DEL AMOR

¿CIEGO?
 Ernesto de la Fuente

Miró por la ventana y se asombró de no encontrar el sol. En su lugar, una enorme y bella luna llenaba el firmamento. Era tan grande su resplandor, que opacaba el de todas las estrellas juntas.
Suspiró y la miró embelesado. Tanta belleza lo cautivó.
Toda la noche contempló su embrujante belleza.
Cuando la luna se perdió en el horizonte, el  sol se negó a salir para aquel hombre.
Los doctores dijeron que tiene un extraño padecimiento: es ciego ante la luz del sol pero ve mejor que nadie cuando la luna reina en el firmamento.
Bendita ceguera, bendita luna...



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