Ojo enamorado

Ojo enamorado
En tu mirada

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cuentos de amores perdidos

Amor, piérdeme
 Por Ernesto de la Fuente
Todos los días era la misma historia. Cuando bajaba a la cocina se realizaba el ritual mañanero de caricia y apapacho. Luz, ruido, bajar la escalera, murmullos, abrir la puerta, asalto a la cocina y su insistencia, una y otra vez, para que le hiciera caso, para que la llene de caricias y mimos.
No importaba que el hambre triturara mi estómago, no importaba que tuviera que llegar al trabajo en 10 minutos, no importaba que tuviera un ojo semi abierto y otro semi cerrado, no importaba nada, siempre debería primero realizar el amoroso ritual de caricias.
Por años legué a detestar esta aduana amorosa que me obstaculizaba el paso y me hacía las mañanas escabrosas. Pero hoy, en que nadie me hace caso, en que nadie me busca ni me espera con santa desesperación, ¡Hoy! , siento su profunda ausencia y su trágica partida.
 ¡Ah condenada Perla!
¡Cómo te extraño!
Nunca tendré una gata como tú.

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